Friday, January 3, 2014

¿Podéis airaros, sin pecar? No se ponga el sol sobre vuestro enojo




Sión y Jerusalén, 3 de Enero del 2014


¿Podéis airaros, sin pecar? No se ponga el sol sobre vuestro enojo,


(JST Nuevo Testamento | Efesios 4:26)


Sé prudente, oh Hermano, a tu alma gobernad

 

President of the Church


"Todos hemos sentido enojo. Puede que sea cuando las cosas no salgan como queremos, o una reacción a algo que se nos dijo o que se dijo de nosotros. Tal vez lo sintamos cuando las personas no se comportan como quisiéramos, o cuando tenemos que esperar por algo más tiempo de lo que pensábamos. Quizás nos enojemos cuando los demás no pueden ver las cosas desde nuestro punto de vista. Parecería haber innumerables razones para enojarnos.


Enojarse es ceder a la influencia de Satanás. Nadie puede hacernos enojar; es nuestra decisión. Si deseamos tener un buen espíritu en todo momento, debemos escoger no enojarnos. Testifico que eso es posible.

Ruego que tomemos una decisión consciente, cada vez que sea necesario, de no enojarnos y de no decir las cosas crueles e hirientes que estemos tentados a decir.”

El mundo nos dice que el enojo es normal, pero que el resentimiento es un asesino. Tenemos que entender la diferencia, ya que así como vivo yo, en estos momentos, la ira del Señor se encendida y su espada se embriaga en el cielo y caerá sobre los habitantes de la tierra.



Preparaos, preparaos para lo que ha de venir, porque el Señor está cerca; y la ira del Señor está encendida, y su espada se embriaga en el cielo y caerá sobre los habitantes de la tierra.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:12 - 13)



Oí el mismo consejo que el presidente Monzón dio al sacerdocio el Domingo pasado de nuestro Presidente Local también, pero con otras palabras o en otro contexto. También tenemos que tartar a los demás con más bondad , como también dijo el presidente Hunter y el usar palabras suaves y así sucesivamente como las escrituras lo manifiestan . Esto es un reto para mí, pero yo estoy en este barco con mis hermanos y el Señor no manda nada para nosotros hacer sin antes de preparar el camino delante de nosotros.


Es desolador y repugnante como un espanto al espíritu, el oír el o leer en las noticia el reporte de que sólo un tercio de los estadounidenses cree en Dios, especialmente dentro de la nueva generación. Hay un montón de gente enojada por ahí y no necesitan una más que este enojada, especialmente de nuestras filas, a menos que el Espíritu del Señor está en nosotros para reprender con severidad . Seguir los consejos de Dios por medio de sus profetas va a ser un desafío para muchos de nosotros, pero como el  lo dice es posible hacerlo.


De acuerdo con la referida discusión con la hermana Marsh y la hermana de Harris, no sólo es evidente la falta de honradez con el prójimo, pero la mala voluntad y la rebelión y el hurto se pueden observar entre otras cosas. Y como el presidente Monson denominada era todo como resultado de o inducido del enojo. Tiemblo en mis huesos cuando recuerdo las palabras del ángel Moroni a José Smith antes de que el libro de Mormón le fuere entregado. Dijo que, según recuerdo, que el tiempo no está aquí, pero en breve se cumplirá que la profecía dada a Moisés de los futuros profetas, y también en el libro de los Hechos de los Apóstoles y de 3 Nefi, en el Libro de Mormón y por último pero no menos importante , en el Libro de los Mandamientos o D & C en el que es una y otra vez esta escrito que todos los que no quieran oír la palabra de Jehová, y no presten atención a las palabras de los siervos de Dios, y de la profetas y apóstoles serán desarraigados de entre el pueblo . Yo creo que ese momento esta a las puertas,  Porque de esto se claramente escrito:



Y será revelado el brazo del Señor; y vendrá el día en que aquellos que no oyeren la voz del Señor, ni la voz de sus siervos, ni prestaren atención a las palabras de los profetas y apóstoles, serán desarraigados de entre el pueblo; porque se han desviado de mis ordenanzas y han violado mi convenio sempiterno. No buscan al Señor para establecer su justicia, antes todo hombre anda por su propio camino, y en pos de la imagen de su propio dios, cuya imagen es a semejanza del mundo y cuya substancia es la de un ídolo que se envejece y perecerá en Babilonia, sí, Babilonia la grande que caerá.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:14 - 16)





Sí, así dice la voz suave y apacible que a través de todas las cosas susurra y penetra, y a menudo hace estremecer mis huesos mientras se manifiesta, diciendo: Y sucederá que yo, Dios el Señor, enviaré a uno poderoso y fuerte, con el cetro de poder en su mano, revestido de luz como un manto, cuya boca hablará palabras, palabras eternas, mientras que sus entrañas serán una fuente de verdad, para poner en orden la casa de Dios y para disponer por sorteo las heredades de los santos cuyos nombres, junto con los de sus padres e hijos, estén inscritos en el libro de la ley de Dios; mientras que aquel hombre, que fue llamado por Dios y nombrado, que extienda su mano para sostener el arca de Dios, caerá por el dardo de la muerte, como el árbol herido por el fulgente golpe del rayo. todos aquellos cuyos nombres no estén asentados en el libro de memorias, no hallarán herencia en aquel día, antes serán desarraigados y se les señalará su porción entre los incrédulos, en donde es el lloro y el crujir de dientes.

No digo yo estas cosas de mí mismo; por tanto, tal como habla el Señor, así también cumplirá. Y los del sumo sacerdocio, así como los del sacerdocio menor y los miembros, cuyos nombres no se hallen escritos en el libro de la ley, o se descubra que han apostatado, o que han sido separados de la iglesia, no tendrán herencia entre los santos del Altísimo en aquel día; por consiguiente, les será hecho como a los hijos del sacerdote, cual está escrito en el capítulo segundo, versículos sesenta y uno y sesenta y dos de Esdras.

(Doctrina y Convenios | Sección 85:6 - 12)




Mucha gente dice que yo Miguel, soy demasiado duro cuando predico el evangelio de JEsucristo o cuando reprendo con la ley y el testimonio y la equidad en la mano. Pero si ven o si leen, se daran cuenta que sólo expongo las Escrituras como Dios lo ha mandado.  Quien verdadera mente nos habla es el SEÑOR, nuestra RECTITUD.   Y exactamente lo mismo se dijo de Brigham Young en la época de los pioneros, que era MUY SEVERO en los discursos que el predicaba. Y creo que yo no puedo usar palabras más sabias que los utilizados por el presidente Young que dijo que lo mismo se decia de José Smith; y nos testifica que José Smith no era ni la mitad de severo en sus reprensiones como lo fue el Señor Jesucristo a quien tambien los inicuos mataron. Y que él, SI,  Brigham Young " no era la mitad del hombre que José Smith era respectivamente en severidad. Y yo estoy de acuerdo con él mis hermanos, porque no hace muchos días , como una cuestión de hecho, en los dramas de la visión nocturna, José Smith vino a mi casa disfrazado como mi mejor amigo, cuyo nombre José, y me apresuré a darle mi mano para saludarlo, pero él se negó. Y antes de que me acercara a él para estrecharle la mano, le dije: José, perdona mis ofensas o José perdona mis pecados, y cuando dije eso él no podo negarse a darme la mano y vi y sentí que  lo hizo de buena gana. Luego se me mostro otra vision de el que ahora no concierne mencionar. Y cuando yo lo vi, lo observe como un hombre  muy alto o grande, y de cierto vi que yo no era la mitad del hombre que el era, tal y como lo dijo Brigham Young en sus propias palabras.  Y ahora se lo digo a todos ustedes y yo no miento.


Porque, de cierto os digo, los rebeldes no son de la sangre de Efraín; por consiguiente, serán desarraigados. He aquí, en estos postreros días, yo, el Señor, he hecho a mi iglesia semejante a un juez que se sienta en un monte, o sea, en un lugar alto, para juzgar a las naciones.

Pues sucederá que los habitantes de Sión juzgarán todas las cosas pertenecientes a Sión. Y probarán a los mentirosos y a los hipócritas, y los que no fueren apóstoles y profetas serán descubiertos. Y aun el obispo, que es juez, y sus consejeros serán condenados, si no son fieles en sus mayordomías; y otros serán instalados en su lugar. Porque, he aquí, os digo que Sión florecerá, y la gloria del Señor descansará sobre ella; y será por pendón al pueblo, y vendrán a ella de toda nación debajo de los cielos. Y llegará el día en que las naciones de la tierra temblarán a causa de ella, y temerán por motivo de sus poderosos. El Señor lo ha proferido. Amén.

(Doctrina y Convenios | Sección 64:36 - 43)



Por tanto, viendo que yo, el Señor, he decretado todas estas cosas sobre la faz de la tierra, quiero que mis santos se congreguen en la tierra de Sión; y que todo hombre tome la rectitud en sus manos y la fidelidad sobre sus lomos, y levante la voz de amonestación a los habitantes de la tierra; y declare, tanto por palabra como por fuga, que la desolación sobrevendrá a los inicuos.

(Doctrina y Convenios | Sección 63:36 - 37)


Por tanto, temed y temblad, oh pueblo, porque se cumplirá lo que yo, el Señor, he decretado en ellos. Y de cierto os digo, que a los que salgan para llevar estas nuevas a los habitantes de la tierra, les es dado poder para sellar, tanto en la tierra como en el cielo, al incrédulo y al rebelde; sí, en verdad, sellarlos para el día en que la ira de Dios sea derramada sin medida sobre los malvados; para el día en que el Señor venga a recompensar a cada hombre según sus obras, y medir a cada cual con la medida con que haya medido a su prójimo.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:7 - 10)



porque no hago acepción de personas, y quiero que todo hombre sepa que el día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio. Y también el Señor tendrá poder sobre sus santos, y reinará en medio de ellos, y bajará en juicio sobre Idumea, o sea, el mundo.

Escudriñad estos mandamientos porque son verdaderos y fidedignos, y las profecías y promesas que contienen se cumplirán todas.

Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo.

Porque he aquí, el Señor es Dios, y el Espíritu da testimonio, y el testimonio es verdadero, y la verdad permanece para siempre jamás. Amén.

(Doctrina y Convenios | Sección 1:35 - 39)


Estas cosas os dejo con humildad y mansedumbre, teniendo yo una gran necesidad de aprender de ellas para mí mismo porque yo estoy lleno de infirmezas. Y lo hago, con el conocimiento que tengo en la actualidad a lo mejor de mi capacidad y con el único deseo de servir a Dios con la única para su honor y gloria en el sagrado nombre de Jesucristo, amén.


Atentamente para ustedes de un siervo indigno en las manos de Cristo

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez




 





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  1. REFERENCIAS:

    • Deuteronomio 18:15


    El Señor tu Dios levantará a ti Profeta de en medio de ti , de tus hermanos , como yo; á él oiréis;



    • Deuteronomio 18:18


    Yo les levantare un profeta de entre sus hermanos, como tú, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare .



    • Hechos 03:22


    Porque Moisés dijo a los padres: Un profeta: El Señor vuestro Dios os levantará de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas todo lo que él os dijere.

    • Hechos 07:37


    Este es de quien Moisés que dijo a los hijos de Israel: Profeta : El Señor vuestro Dios os levantará de entre vuestros hermanos , como a mí; a él oiréis .



    (Libro de Mormón | 3 Nefi 20:23)


    He aquí, yo soy aquel de quien Moisés habló, diciendo: El Señor vuestro Dios os levantará a un profeta, de vuestros hermanos, semejante a mí; a él oiréis en todas las cosas que os dijere. Y sucederá que toda alma que no escuchare a ese profeta será desarraigada de entre el pueblo.





    (Libro de Mormón | 1 Nefi 22:20)



    Y el Señor ciertamente preparará una vía para su pueblo, a fin de cumplir las palabras que habló Moisés, diciendo: El Señor vuestro Dios os levantará a un profeta, semejante a mí; a él oiréis en todo lo que os dijere. Y sucederá que todos aquellos que no quieran escuchar a ese profeta serán desarraigados de entre el pueblo.





    Sí, y mi alma se deleita en las palabras de Isaías, porque salí de Jerusalén, y mis ojos han visto las cosas de los judíos, y sé que ellos entienden las cosas de los profetas, y no hay ningún otro pueblo que entienda, como ellos, las cosas que fueron pronunciadas a los judíos, salvo que sean instruidos conforme a la manera de las cosas de los judíos.



    (Libro de Mormón | 2 Nefi 25:5)


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