Wednesday, February 15, 2012

He aquí, el hacha está puesta a la raíz del árbol



Sión, 15 de Febrero de 2012

He aquí, el hacha está puesta a la raíz del árbol; por lo tanto, todo árbol que no produzca buen fruto, será talado y echado al fuego; sí, un fuego que no puede ser consumido, un fuego inextinguible. He aquí, y tened presente, el Santo lo ha dicho.

(Libro de Mormón | Alma 5:52)

356 reos muertos en incendio del Centro Penal de Comayagua


El 9 de enero del 2008 hubo un gran accidente donde chocaron contra una nube de neblina y humo por lo menos setenta carros en una Autopista de Orlando, muy cerca de donde yo vivo y donde creo que murieron 4 de nuestros compatriotas. Créanme hermanos, vecinos, amigos y compatriotas que Los Ángeles destructores han sido desatados y están segando la tierra y juntando el trigo en el alfolí y el tamo, los cardos y la cizaña es amarrad en manojos y echada en el fuego.

Es menester que tomemos conciencia de lo que esta sucediendo y labremos nuestra salvación con temor y temblor en base a los meritos redentores o expiatorios de Jesucristo por el cual viene la redención a los hijos de los hombres. Pero solo si nos arrepentimos de nuestros pecados y venimos a el con un corazón quebrantado y un espíritu contrito.  Si, si venimos y ejercitamos la fe in descendemos con toda humildad a las aguas del bautismo en la Iglesia de Jesucristo de Los Santos de Los Últimos Días. Entones recibiremos también el don del espíritu Santo por la imposición de manos por los que son ordenados para este poder. Esto fue lo que hizo Cristo en su ministerio terrenal. El Dios de Israel  o de nuestros padres Abraham, Isaac Y Jacob nos puso el ejemplo por delante. Esta es su Iglesia y si perseveramos hasta el fin en obediencia a sus mandamientos entonces seremos salvos. Porque así lo han dicho los profetas y nuestros Padres, Siendo Jesucristo la piedra angular y el nombre por el cual el hombre puede ser salvo y heredar la vida eterna. Porque escrito esta:

Porque os digo que todo lo que es bueno viene de Dios; y todo lo que es malo, del diablo procede.  Por lo tanto, si un hombre hace buenas obras, él escucha la voz del buen pastor y lo sigue; pero el que hace malas obras, éste se convierte en hijo del diablo, porque escucha su voz y lo sigue. Y el que hace esto tendrá que recibir de él su salario; por consiguiente, recibe como su salario la muerte, en cuanto a las cosas que pertenecen a la rectitud, ya que está muerto a toda buena obra.

Y ahora bien, hermanos míos, quisiera que me escuchaseis, porque hablo con la fuerza de mi alma; porque, he aquí, os he hablado claramente de modo que no podéis errar, o sea, he hablado según los mandamientos de Dios. Porque soy llamado para hablar de este modo, según el santo orden de Dios que está en Cristo Jesús; sí, se me manda que me levante y testifique a este pueblo las cosas que han hablado nuestros padres concernientes a lo que está por venir. Y esto no es todo. ¿No suponéis que sé de estas cosas yo mismo? He aquí, os testifico que yo sé que estas cosas de que he hablado son verdaderas. Y ¿cómo suponéis que yo sé de su certeza? He aquí, os digo que el Santo Espíritu de Dios me las hace saber. He aquí, he ayunado y orado muchos días para poder saber estas cosas por mí mismo. Y ahora sé por mí mismo que son verdaderas; porque el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu; y éste es el espíritu de revelación que está en mí.

Y además, os digo que así se me ha revelado, que las palabras que nuestros padres han hablado son verdaderas, aun de conformidad con el espíritu de profecía que en mí se halla, el cual también es por la manifestación del Espíritu de Dios. Os digo yo que sé por mí mismo, que cuanto os diga concerniente a lo que ha de venir es verdad; y os digo que sé que Jesucristo vendrá; sí, el Hijo, el Unigénito del Padre, lleno de gracia, de misericordia y de verdad. Y he aquí, él es el que viene a quitar los pecados del mundo, sí, los pecados de todo hombre que crea firmemente en su nombre.

Y ahora os digo que éste es el orden según el cual soy llamado, sí, para predicar a mis amados hermanos, sí, y a todo el que mora sobre la tierra; sí, a predicar a todos, ora ancianos o jóvenes, ora esclavos o libres; sí, os digo, a los de edad avanzada y también a los de edad mediana y a la nueva generación; sí, para declararles que deben arrepentirse y nacer de nuevo. Sí, el Espíritu así dice: Arrepentíos todos vosotros, extremos de la tierra, porque el reino de los cielos está cerca; sí, el Hijo de Dios viene en su gloria, en su fuerza, majestad, poder y dominio. Sí, amados hermanos míos, os digo que el Espíritu dice: He aquí la gloria del Rey de toda la tierra; y también el Rey del cielo brillará muy pronto entre todos los hijos de los hombres.

Y me dice también el Espíritu, sí, me clama con voz potente, diciendo: Ve y di a los de este pueblo: Arrepentíos, porque a menos que os arrepintáis, de ningún modo podréis heredar el reino de los cielos.

Y además, os digo que el Espíritu declara: He aquí, el hacha está puesta a la raíz del árbol; por lo tanto, todo árbol que no produzca buen fruto, será talado y echado al fuego; sí, un fuego que no puede ser consumido, un fuego inextinguible. He aquí, y tened presente, el Santo lo ha dicho.

Y ahora os digo, amados hermanos míos: ¿Podéis resistir estas palabras? Sí, ¿podéis desechar estas cosas y hollar con los pies al Santo de Israel? Sí, ¿podéis inflaros con el orgullo de vuestros corazones? Sí, ¿persistiréis aún en usar ropas costosas y en poner vuestros corazones en las vanidades del mundo, en vuestras riquezas? Sí, ¿persistiréis en suponer que unos sois mejores que otros? Sí, ¿persistiréis en perseguir a vuestros hermanos que se humillan y caminan según el santo orden de Dios, en virtud de lo cual han entrado en esta iglesia —habiendo sido santificados por el Santo Espíritu— y hacen obras dignas de arrepentimiento?

Sí, ¿persistiréis en volver vuestras espaldas al pobre y al necesitado, y en negarles vuestros bienes? Y por último, a todos vosotros que queréis persistir en vuestra iniquidad, os digo que éstos son los que serán talados y arrojados al fuego, a menos que se arrepientan prontamente. Y a todos vosotros que deseáis seguir la voz del buen pastor, ahora os digo: Salid de entre los inicuos, y conservaos aparte, y no toquéis sus cosas inmundas; pues he aquí, sus nombres serán borrados, a fin de que los nombres de los inicuos no sean contados entre los nombres de los justos, para que se cumpla la palabra de Dios, que dice: Los nombres de los inicuos no serán mezclados con los nombres de los de mi pueblo; porque los nombres de los justos serán escritos en el libro de la vida, y a ellos les concederé una herencia a mi diestra. Y ahora bien, hermanos míos, ¿qué tenéis que decir en contra de esto? Os digo que si habláis en contra de ello, nada importa; porque la palabra de Dios debe cumplirse.

Pues, ¿qué pastor hay entre vosotros que, teniendo muchas ovejas, no las vigila para que no entren los lobos y devoren su rebaño? Y he aquí, si un lobo entra en medio de su rebaño, ¿no lo echa fuera? Sí, y por último, si puede destruirlo, lo hará. Y ahora os digo que el buen pastor os llama; y si escucháis su voz, os conducirá a su redil y seréis sus ovejas; y él os manda que no dejéis entrar ningún lobo rapaz entre vosotros, para que no seáis destruidos. Y ahora bien, yo, Alma, os mando, con las palabras de aquel que me ha mandado a mí, que os esforcéis por cumplir con las palabras que os he hablado. Os hablo por vía de mandamiento a vosotros que pertenecéis a la iglesia; y por vía de invitación os hablo a los que no pertenecéis a ella, diciendo: Venid y bautizaos para arrepentimiento, a fin de que también participéis del fruto del árbol de la vida.

(Libro de Mormón | Alma 5:40 - 62)

Porque así ha dicho el Señor Jesucristo:

Y sucederá que cualquiera que se arrepienta y se bautice en mi nombre, será lleno; y si persevera hasta el fin, he aquí, yo lo tendré por inocente ante mi Padre el día en que me presente para juzgar al mundo. Y aquel que no persevera hasta el fin, éste es el que también es cortado y echado en el fuego, de donde nunca más puede volver, por motivo de la justicia del Padre. Y ésta es la palabra que él ha dado a los hijos de los hombres; y por esta razón él cumple las palabras que ha dado; y no miente, sino que cumple todas sus palabras. Y nada impuro puede entrar en su reino; por tanto, nada entra en su reposo, sino aquellos que han lavado sus vestidos en mi sangre, mediante su fe, y el arrepentimiento de todos sus pecados y su fidelidad hasta el fin.

Y éste es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha.

En verdad, en verdad os digo que éste es mi evangelio; y vosotros sabéis las cosas que debéis hacer en mi iglesia; pues las obras que me habéis visto hacer, ésas también las haréis; porque aquello que me habéis visto hacer, eso haréis vosotros. De modo que si hacéis estas cosas, benditos sois, porque seréis enaltecidos en el postrer día.

(Libro de Mormón | 3 Nefi 27:16 - 22)

Esto lo dejo dicho con humildad, solemnidad y como uno que tiene autoridad delante de Dios, y lo hago en el Santo nombre de Jesucristo Amen,

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, oh hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: Solamente a vosotros he  conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras iniquidades.

 ¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo? ¿Rugirá el león en el bosque sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida sin haber apresado algo? ¿Caerá el ave en la trampa, en la tierra, sin haber cebo? ¿Se levanta la trampa de la tierra si no se ha atrapado algo? ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad que Jehová no haya Sabido? Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Si ruge el león, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?

AMOS 3:1-8

1 comment:

  1. Si Dios no perdono a su propia casa que era como una planta tierna para el, que pasara entonces cuando el fuego alcance la madera seca? O como dicen las escrituras en Romanos 8:32 que ni siquiera le impidio el sufrimiento a su propio hijo; o como en la escritura siguiente

    y que si el fuego puede marchitar el árbol vivo para la gloria de Dios, cuánto más fácil consumirá los árboles secos para purificar la viña de toda corrupción.

    (Doctrina y Convenios | Sección 135:6)

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